El Papa es enterrado en una ceremonia íntima con sus familiares y el cardenal camarlengo | Trump y Zelenski han celebrado un encuentro “muy productivo” y esperan volver a reunirse hoy en Roma.
Más de 400.000 personas han asistido al funeral y el cortejo fúnebre del papa Francisco, fallecido el lunes. Tras la homilía, el féretro ha sido trasladado por las calles de Roma desde la plaza de San Pedro hasta la basílica de Santa María la Mayor, lugar que Francisco eligió para su entierro, que se ha celebrado a puerta cerrada, en una ceremonia íntima a la que han asistido sus familiares y el cardenal camarlengo. Delegaciones de 148 países y territorios (incluidos Palestina y Kosovo) con 10 reyes y 10 organismos internacionales han asistido a la ceremonia. La delegación española ha estado formada por los reyes Felipe y Letizia, las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. También han asistido el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ucranio, Volodímir Zelenski, que han celebrado un encuentro “muy productivo” de 15 minutos. Ambos países esperan volver a reunirse este mismo sábado en Roma.
Cada cardenal vota en conciencia quién cree que es la persona más adecuada para ser Papa. Pero antes del cónclave, y también durante, se habla mucho. Desde el pasado lunes y hasta que empiece la votación, los cardenales se reúnen en las llamadas congregaciones generales. En ellas rezan, debaten y hay intervenciones sobre la situación de la Iglesia, qué rumbo debe tomar, qué Papa se necesita. En esas mismas intervenciones brillan unos más que otros, seducen unos más que otros.
Además de las llamadas congregaciones generales, los cardenales encuentros informales, cenas, visitas para intercambiar impresiones, pedir y dar consejo y también información. Muchos cardenales no se conocen entre ellos. Provienen de 71 países y Francisco ha nombrado a muchos desconocidos. Es en esos encuentros donde se lanzan nombres, que van ganando partidarios.
Los cardenales más influyentes y respetados, llamados grandes electores, suelen mover grupos de votos. Cuando entran en la Capilla Sixtina, los participantes ya tienen una idea de los candidatos que más suenan y la primera votación es importante para fijar una fotografía inicial de la situación, del peso real de cada favorito. A partir de ahí evoluciona: si un candidato va subiendo en sus apoyos, puede acabar ganando, pero si se estanca, el cónclave se bloquea y hay que volver a pensar nombres. Los dos últimos cónclaves en 2005 y 2013 fueron rápidos, apenas 24 horas, con cuatro y cinco votaciones respectivamente, porque los candidatos fueron claros.
Pero esta vez no es así, y puede suceder como en 1978, un bloque conservador y otro progresista chocaron sin lograr una mayoría para sus candidatos, y hubo que buscar una alternativa de consenso. Hubo ocho votaciones y salió un desconocido, Juan Pablo II. Esta vez puede ser parecido, porque la mayoría de dos tercios de los 133 cardenales electores que hay en este momento (puede haber bajas en los próximos días por edad o enfermedad), requiere 89 votos, que son muchos. Por eso se espera un cónclave más largo y es probable que una sorpresa.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha afirmado que Ucrania está lista para un alto el fuego incondicional y que la llamada “coalición de voluntarios”, liderada por Francia y Reino Unido, continuará trabajando para lograrlo.
Macron ha escrito este mensaje en su cuenta de X después de reunirse con Zelenski en Roma, con quien ha coincidido en el funeral del papa Francisco.
“Poner fin a la guerra en Ucrania. Ese es un objetivo que compartimos con el presidente Trump”, ha escrito Macron en X. “Ucrania está lista para un alto el fuego incondicional.
El presidente Zelenski me lo ha vuelto a decir hoy. Le gustaría trabajar con los estadounidenses y los europeos para ponerlo en práctica”, ha afirmado Macron. (Reuters)