Hoy 1 de diciembre la CIJ falló a favor de Guyana en la disputa del Esequibo, un veredicto que ordena al gobierno de Maduro que se abstenga de cualquier acción que pueda agravar el actual punto muerto.
Joan E. Donoghue, la jueza que preside la CIJ, anunció la decisión unánime: “A la espera de un veredicto final en el caso, la República Bolivariana de Venezuela se abstendrá de emprender cualquier acción que modifique el status quo en el territorio en disputa, actualmente bajo la administración y el control de la República de Guyana”, declaró.
Este fallo es un duro golpe para Venezuela en la disputa del Esequibo, un asunto que tensa las relaciones entre Guyana y Venezuela desde 2015. La directiva de la CIJ es clara: la administración de Maduro debe evitar cualquier acción que pueda alterar la situación actual en la disputada región del Esequibo hasta que se tome una decisión concluyente.
Es importante destacar que el fallo provisional no es la resolución definitiva de la disputa territorial. El tribunal aún no pronunció su decisión final sobre el asunto. Sin embargo, esta medida sienta un precedente claro en cuanto al respeto a la soberanía y al mantenimiento del statu quo en las regiones en disputa.
La CIJ, mediadora en disputas internacionales, subraya con esta decisión que los desacuerdos territoriales deben resolverse por la vía diplomática y no mediante acciones unilaterales.
A pesar de la próxima decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre la petición de Guyana de anular un referéndum, Brasil aumentó su presencia militar en su frontera norte en respuesta a la disputa territorial entre Venezuela y Guyana.
La comunidad internacional sigue de cerca esta disputa territorial y el fallo del tribunal proporciona una visión del papel de las instituciones mundiales en el mantenimiento de la estabilidad y la prevención de la escalada de los conflictos. Sirve como un recordatorio de que las disputas territoriales deben gestionarse pacíficamente y dentro del marco del derecho internacional.
Mientras el mundo espera con gran expectación el próximo capítulo de esta disputa latinoamericana en curso, aún no se conocen más detalles sobre este acontecimiento.
Guyana mantiene el control sobre la región del Esequibo desde 1966, año en que se independizó del Reino Unido.
La disputada región abarca unos 160.000 km2 y en ella viven actualmente unas 125.000 personas de la población total de Guyana, que supera los 791.000 habitantes.
Esta región, que representa aproximadamente dos tercios de la superficie total de Guyana, es uno de los pocos territorios sudamericanos en los que el inglés es la lengua oficial, lo que supone un marcado contraste con la Venezuela mayoritariamente hispanohablante.
Por otro lado, Guyana se resiste ferozmente a este referéndum y solicitó una orden judicial de emergencia a la Corte Internacional de Justicia para detener la consulta popular, afirmando la propiedad legítima del territorio Esequibo.