En la ronda de intervenciones que el mandatario ucraniano ha tenido en parlamentos de países como Reino Unido, Estados Unidos, Alemania e Israel, se dirigió directamente a los cerca de mil parlamentarios italianos reunidos en la Cámara de los Diputados que le recibieron de pie y con una fuerte ovación.
Sentado en su ya famoso escritorio y en un discurso de doce minutos, Zelenski llamó a la conciencia de los italianos al pedirles que imaginen una ciudad portuaria como Génova “arrasada completamente como Mariúpol”. Insistió a mayores sanciones para Rusia y los oligarcas y, sobre todo, advirtió del verdadero objetivo de Putin: “No es Ucrania, sino Europa”.