Little Richard, cuyo estilo extravagante al tocar el piano, aullando y gritando sus canciones, fue la inspiración de innumerables artistas desde Elvis Presley hasta The Beatles, murió este sábado a los 87 años.
La noticia de su muerte fue confirmada por el hijo de Richard a la revista especializada Rolling Stone. La revista lo cita diciendo que la causa de su muerte es desconocida.
Su nombre verdadero era Richard Wayne Penniman y su origen era humilde. Como hombre negro nacido en Georgia, en el sur de Estados Unidos, surgió dentro de la nueva música del Rock ‘n’ Roll en los años 50 y es considerado uno de los indiscutibles fundadores del género.
Fue uno de los primeros cantautores del rock en entrar en el Salón de la Fama de Rock and Roll, en 1986.
Se le conoce por sus éxitos Good Golly Miss Molly y Tutti Frutti -que vendió más de un millón de ejemplares- y Long Tall Sally, que luego fue grabada por The Beatles.
La veterana estrella era conocida por sus energéticos conciertos, sus gritos y aúllos y sus extravagantes vestimentas. Todos sus mayores éxitos se dieron en los años 50, pero continuó cantando durante décadas más.
tenía 11 hermanos y dijo que empezó a cantar porque quería distinguirse del resto.
«Era el más creído de todos y todavía soy el más creído», le confesó a la Radio 4 de la BBC en 1988.
«Hice lo que hice porque quería llamar la atención. Cuando empecé a golpear el piano y a gritar y cantar, llamaba la atención».
Richard nació en Macon, Georgia, el 5 de diciembre de 1932. En el entorno del sur de EE.UU., absorbió los ritmos de la música gospel (en la iglesia) y las influencias del jazz y el blues de Nueva Orleans, para mezclarlas en su propio y extravagante estilo de piano.
Su padre era un predicador que también administraba un club nocturno, pero su madre era una devota cristiana bautista.
«Nací en los tugurios. Mi papi vendía whiskey, whiskey contrabandeado», le contó a Rolling Stone en 1970.
De adolescente, el cantante abandonó su hogar por contrariedades con su padre, que al principio no apoyó su música.
«Mi padre quería siete varones, y yo lo eché a perder porque era gay», dijo más tarde.
En ese sentido, Little Richard se dio a sí mismo no sólo el título de «Rey del Rock and Roll», sino de «Reina del Rock and Roll».
«Poder sobre la audiencia»
Aunque era abiertamente homosexual, Richard también tuvo relaciones con mujeres. Se casó con Ernestine Campbell, una predicadora evangélica, y luego adopto un hijo.
Se personalidad era una mezcla de depravación y devota religiosidad. Bebía alcohol, consumía drogas y participaba en fiestas sexuales, a las que llevaba su Biblia.
La compleja actitud de Richard hacia su sexualidad significó que nunca se convirtió en un ícono gay. Más tarde en su vida se comprometió al cristianismo, tuvo una época como predicador y renunció a la homosexualidad tildándola como una fase temporal por la que pasó.
Los integrantes de la banda de rock británica The Rolling Sotnes, que al principio de su carrera fueron teloneros de Little Richard, hablaron reverentemente de su habilidad en el escenario.
«Little Richard llevaba a toda la audiencia hasta un completo frenesí», afirmó una vez Mick Jagger. «No hay una sola frase que pueda describir el poder que tiene sobre la audiencia».
Richard nunca sintió que su influencia hubiese sido debidamente reconocida, de eso culpó al profundo prejuicio racial en EE.UU. durante la cumbre de su carrera.
No obstante, hablaba con orgullo del impacto que tuvo su música cruzando fronteras raciales.
«Siempre pensé que Rock ‘n’ Roll unía a las razas», mencionó una vez en una entrevista. «Aunque yo era negro, a mis seguidores no les importaba. Eso me hacía sentir bien».
Si Little Richard no hubiese existido, hubiese faltado un elemento clave en el ADN de artistas como The Beatles, Bob Dylan, David Bowie y Jimi Hendrix -quienes lo idolatraban, comentó el reportero del espectáculo de la BBC, Ian Youngs.